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Los mejores ingredientes para crear un dream team en las organizaciones sociales

El trabajo en equipo que pone el centro en la persona, diverso e inclusivo, es la receta perfecta para lograr dream teams o equipos de alto rendimiento
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Los mejores ingredientes para crear un dream team en las organizaciones sociales

22nd May 2024
By Chus de la Fuente
Stone Soup Consulting

Hoy en día es frecuente oír hablar de las bondades del trabajo en equipo, tanto es así que ya en los colegios y posteriormente en las universidades se prepara a los y las estudiantes para que potencien y desarrollen todas las habilidades necesarias para desempeñar un buen trabajo en equipo en su futura carrera profesional. Sin embargo, si bien todos los trabajos en equipo son en grupo, no todos los trabajos en grupo son en equipo, porque no todos consiguen  reunir los ingredientes necesarios como para hacer, como en la fábula, una excelente sopa de piedras, o lo que es lo mismo, un dream team.

El trabajo en equipo

Comencemos señalando los ingredientes principales para esta receta. Sin duda alguna las personas, tradicionalmente denominados recursos humanos, son el ingrediente más valioso en toda entidad, y asi lo señala la Encuesta Esade- PwC (2023) incluida dentro del informe “Desarrollo de talento y trasnformación cultural en las ONGs”, donde el 39% de los directivos de entidades sociales indican como prioritario “el cuidado de las personas y los equipos”, seguido muy de cerca de otros tres aspectos fuertemente vinculados: “asegurar el aprendizaje y desarrollo profesional” (38%), “desarrollar y empoderar los equipos” (33%) y el “liderazgo compartido” (31%). Vemos, por tanto, que el trabajo en equipo , la participación, son retos de todas las organizaciones sociales que quieren liderar equipos, retenar talento y ofrecer su mejor versión a sus beneficiarios y clientes; en definitiva, que están enfocadas a lograr el cambio social que quieren conseguir. PwC y Esade, en este mismo informe “Desarrollo de talento y transformación cultural en las ONGs”, recogen, entre diferentes casos, el liderazgo en Ashoka, donde su directora, Irene Milleiro, señala también como una de las claves de éxito el liderazgo compartido y el trabajo en equipo “basado en empoderar a cada persona en su trabajo en la organización, donde todos trabajan  y  lideran, sin estructuras ni sistemas muy definidos. No hay propiamente jefes”.

La persona en el centro

Y si la persona es el ingrediente principal, ¿qué opinan las personas que trabajan en las organizaciones? Pues el 77% de los trabajadores a nivel mundial demandan a sus organizaciones oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional (Hopes and Fears, PwC).  Además el 72% demanda fórmulas de trabajo híbridas, lo que al final implica deslocalización del talento, y donde lo importante es la productividad. Además, un 50% indica que han visto perjudicado su desarrollo profesional por diferentes tipos de discriminación, por falta de cultura en diversidad e inclusión.

De este modo, ¿conocemos casos de éxito que aúnen estos ingredientes, en los que la persona sea el centro y el trabajo en equipo sea su insignia?; ¿donde las fórmulas híbridas y la diversidad e inclusión estén presentes?

En ocasiones, es el mundo empresarial quien va por delante de las organizaciones sociales en el campo de la innovación y, por su parte, son las entidades sociales quienes destacan en el propósito, la humanización o la cercanía. Así, tenemos identificados tres casos de empresas en las que el trabajo en equipo ha demostrado multiplicar resultados empresariales y motivacionales, como por ejemplo en Facebook y Unilever.

En el primero, los trabajadores no ocupan un puesto fijo, sino que cada cierto tiempo eligen el proyecto en el que quieren trabajar. Se trata de un modelo dinámico de trabajo en red, que aporta gran flexibilidad a los equipos que lo forman, aumentando el bienestar y la motivación de sus componentes y, por tanto, incrementando su productividad y reduciendo la fuga de talento. En el segundo, los trabajadores tampoco están adscritos a un puesto y son agrupados en equipos según sus conocimientos y habilidades. De esta manera, se produce una optimización máxima, ya que se les asignan siempre tareas para las que estan altamente capacitados. De nuevo, el impacto en la motivación, flexibilidad, retención de talento y creación de cultura son claros.

Por su parte, en la consultoría social Stone Soup Consulting el trabajo se realiza siempre en equipo y, como en Facebook y Unilever, no siempre se forma parte del mismo grupo. Cada uno de los equipos son multidisciplinares y se adaptan al trabajo a realizar. Cuentan con un liderazgo participativo, con responsabilidades compartidas entre todos sus miembros, y donde los resultados obtenidos no son la suma de los aportes individuales sino su producto; donde cada uno de sus miembros vive la participación en el equipo como un reto personal para contribuir significativamente al proyecto, crecer profesionalmente y aprender junto al resto de sus miembros.

Diversidad e inclusión

En lo que se refiere a diversidad e inclusión (D&I), otro de los ingredientes necesarios para lograr un dream team, podemos destacar el caso de Fundación Secretariado Gitano  que recoge el informe “Desarrollo de talento y transformacion cultural en las ONG”, entidad que desde sus inicios fue diversa e intercultural, pero donde no había población gitana en su plantilla y, además, los hombres suponían un porcentaje muy superior al de las mujeres. Es en el año 2000 cuando se inicia este camino con la incorporación de una persona gitana como mediador intercultural. Tras ello, el proceso continuó evolucionando creándose una subdirección de interculturalidad y definiéndose lo que se entiende por talento. No olvidemos que solo un 3% del colectivo gitano tiene título universitario y que éste solo fue el  primer paso, fijándose como objetivos para 2030  lograr el  liderazgo gitano y la paridad en todos los puestos de la organización. En 2024, la fundación ha alcanzado el 39% de paridad y se ha convertido en un eje primordial de la organización tras reconocer que, aunque no hay racismo en el interior de la organización, sí se han enfrentado a una discriminación inconsciente en muchas ocasiones.  El principal resultado logrado ha sido una mayor identificación de todos los beneficiarios con la organización y, en segundo lugar,una  mejora en la incidencia y sensibilización, ganando en legitimación y capacidad de influencia y, por supuesto, contribuyendo a la apertura de puntos de vista y el crecimiento personal de sus miembros. Hay muchos más ejemplos de entidades con programas de D&I, entre los que podemos destacar Médicos sin Fronteras y Casals del Infants.

En el caso de Stone Soup, la diversidad y la inclusión es un rasgo distintivo de la organización, que sin duda alguna aporta un alto grado de creatividad a los diferentes equipos. Existe, asimismo, una comisión específica que orienta, supervisa y garantiza su cumplimiento, y se forma a todos los miembros con el objetivo de que la diversidad no solo sean meras intenciones, sino que se apliquen en el día a día de la organización.

Podríamos decir que gracias la unión de estos ingredientes: trabajo en equipo, situar a la persona en el centro y la diversidad e inclusión, obtenemos lo más parecido a un dream team en el que cada jugador aporta un condimento destacado: su mejor capacidad. Se configura así un equipo de alto rendimiento que según Katzemback y Smith se concreta en un “grupo de personas con habilidades complementarias, comprometidas con un mismo propósito, metas y enfoque común de los que son mutuamente responsables”.

 

 

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