El liderazgo regenerativo, brújula para el siglo XXI
¿Puede el liderazgo que defiende el status quo, ser un impulso positivo para construir un mundo mejor para todos hoy y para las nuevas generaciones? En el mundo que vivimos, con sus complejidades y desafíos, existe la oportunidad – y la necesidad – de modelos innovadores de liderazgo que empoderen a los actores y grupos de interés a contribuir con sus propios talentos y capacidades para un futuro que respete la vida y los sistemas que la apoyan. Necesitamos un modelo de liderazgo que esté alineado con las soluciones a los retos a los que nos enfrentamos como la actual crisis socioeconómica, sanitaria y medioambiental, cuyos efectos han sido amplificados por la pandemia de la COVID19.
¿Qué es el liderazgo regenerativo?
Los autores Giles Hutchins y Laura Storm, en su libro “Regenerative Leadership: The DNA of life-affirming 21st Century Organizations” explican que “el liderazgo regenerativo no es un modelo de liderazgo que usa la misma lógica mecánica que ha causado más problemas al buscar soluciones a otros problemas”. Explican que “el liderazgo regenerativo apuesta por una lógica y visión en sistemas. Los grandes problemas a los que enfrentamos como humanidad requieren una manera muy distinta de pensar y de abordar a la del liderazgo tradicional. La lógica del nuevo liderazgo entiende las partes y la manera en que las partes se relacionan entre sí. La capacidad esencial del líder regenerativo es poder reconectar y reintegrar los aspectos del hemisferio derecho e izquierdo, el interior y el exterior, lo masculino y lo femenino, lo humano y la naturaleza”.
Este es el liderazgo que Sir David Attenborough, asegura que es necesario que los lideres políticos y empresariales utilicen para poder resolver problemas globales, como el cambio climático. Argumenta que la lección mas importante de los últimos 12 meses es que “ya no vivimos en países separados, que buscan cubrir las necesidades de sus ciudadanos. Somos realmente una especie global, con amenazas compartidas, y que cuya seguridad depende de la acción en comunidad para el bien de todos”.
El liderazgo regenerativo parte del ¿porqué? y de la idea de un propósito común, como puede ser una contribución a nuestra comunidad o al mundo, por ejemplo, resolviendo un problema social o medioambiental. Lo que mueve al líder o a los lideres es el deseo de resolver un problema especifico para contribuir al bien común. El liderazgo regenerativo no sólo se orienta a un propósito, sino que también se encauza a soluciones sistémicas que resultan en un futuro en que las organizaciones progresan, los ecosistemas naturales prosperan y las personas viven con bienestar.
Empresas Regenerativas
En el mundo de empresas, un ejemplo del impacto del liderazgo regenerativo es la transformación de Interface, una empresa norteamericana de soluciones de pavimento B2B. Liderada por el fundador, Ray Anderson, Interface transformó el modelo de negocio de consumo linear de extracción, uso y desecho, al modelo circular, que se responsabiliza por el impacto ambiental de todas las etapas de sus productos, desde el diseño, la materia prima, la producción, el transporte, hasta el fin de uso del producto. ¿Cómo logró este reto? Inculcando los valores y cultura de ambición en su equipo, a sus proveedores y al consumidor, y con un plan de trabajo al que llamaron la Misión Cero, que pretendía que todos los productos de Interface llegasen a tener cero emisiones de carbono. Tardaron 25 años, y la meta se alcanzó en el 2019. Ahora el objetivo es más ambicioso aún, porque busca que todos sus productos sean circulares y que, en lugar de crear emisiones, reduzcan las emisiones, o sea Carbon Negative. Según los lideres de la organización, tener este ambicioso plan, y ser transparentes sobre los retos y las soluciones demuestra a otras empresas si se pueden resolver problemas con innovación y propósito, y que todos pueden convertirse en parte de la solución.
Una organización empresarial que esta catalizando el cambio al liderazgo regenerativo es BCorp, una comunidad global de líderes que certifica empresas que están comprometidas a ser una fuerza positiva en el mundo, y a ser lideres en temas como la transición ecológica, la protección de los derechos humanos, y la economía justa. Dentro de BCorp, existe un grupo llamado BCorp Climate Collective que reúne a empresas dentro de la comunidad que quieren liderar la transición a un sistema económico más circular y regenerativo e impulsar a otras empresas a comprometerse a este cambio.
Economía Regenerativa y Circular
La economista Kate Raworth, en su libro “La Economía del Donut” argumenta que tenemos que dejar atrás el sistema económico lineal que busca solamente el crecimiento económico, medido por el PIB, un índice finito, que hemos seguido desde la industrialización, y que nos enfoquemos en un sistema económico circular que busque el bienestar y la distribución de recursos naturales que permitan a toda la humanidad poder cubrir las necesidades básicas, manteniendo y respetando el equilibrio del planeta. Un estudio de McKinsey explica que “Un modelo económico regenerativo -la economía circular- esta empezando a ayudar a empresas a crear más valor, al mismo tiempo reduciendo su dependencia en recursos escasos”. Este modelo no sólo resulta en beneficios al medio ambiente, sino que también tiene un impacto económico significativo. Según una publicación de McKinsey, los resultados de una investigación en colaboración con Ellen MacArthur Foundation y el FME, apuntan que para el 2025, sólo el ahorro en materiales, podría exceder $1 trillón anuales, y que la economía circular podría convertirse en un motor de innovación industrial, creación de empleo y crecimiento en el siglo XXI.
Es urgente que actuemos
La ciencia nos dice que no nos queda mucho tiempo para hacer esta transformación de un sistema económico degenerativo y lineal a un sistema regenerativo y circular, y es por esto que lideres de diferentes esferas como Sir David Attenborough, Greta Thunberg, el movimiento Fridays4Future y hasta el Papa Francisco han inspirado a millones de personas alrededor del mundo, la mayoría jóvenes pero también personas de todas las edades, religiones y nacionalidades a tomar conciencia de las consecuencias de la no acción y a movilizarse para pedir y reclamar a los lideres políticos y económicos a actuar con convicción y propósito para el bien de todos. Sea cual sea nuestro rol en la sociedad, todos tenemos la capacidad y responsabilidad de ser agentes de cambio, y con un propósito y plan común, podemos actuar de forma regenerativa para el bien de todos y de nuestro planeta.